CNEP crea mapa georreferencial que visualiza cobertura de internet fija e identifica que faltarían 21.600 km de fibra óptica para dar conectividad alta velocidad a todos los hogares


Información que permite identificar públicamente, el trazado de fibra óptica en Chile, georreferenciando la ubicación precisa de aquellos sectores, comunas, manzanas y hogares que no cuentan con factibilidad de esta tecnología para conectarse a internet reuniendo información de distintos operadores, es la que contiene el mapa de conectividad de fibra óptica, que forma parte de los avances del estudio “Productividad en el sector de telecomunicaciones” elaborado por la Comisión Nacional de Evacuación y Productividad (CNEP).

Dicho tramo, que es el único que falta por cubrir con fibra óptica (última milla) representa a cerca de 5,6 millones de personas que no cuentan con la cobertura de una de las tecnologías, que de acuerdo a la evidencia, entregan la mayor velocidad en conexión a internet.

Pese a que Chile cuenta con uno de los mejores niveles mundiales en cuanto a la capacidad para acceder a internet, datos de la encuesta CASEN (2017) indican que existen 1,5 millones de personas que aún no cuenta ningún tipo de conexión pagada, ya sea en banda ancha fija, móvil o plan de datos. La razón principal es la falta de recursos.

A esto se suma que Chile tiene una de las conexiones fijas en banda ancha más costosas entre países OCDE.

Lunes, 30 de octubre de 2023.  Mientras cerca de 5, 6 millones de personas en Chile aún no cuentan con factibilidad de fibra óptica para conectarse a internet, 1 de cada 4 hogares no accede a internet principalmente por falta de recursos. Estas cifras reflejan parte de la envergadura de la brecha digital en Chile, en cuanto a las variables de cobertura y acceso.

El análisis de la CNEP precisa que a nivel local, la brecha digital, vista como el contraste que existe entre aquellos que usan, acceden, tienen un servicio de calidad y cobertura de fibra óptica, con los que no, se manifiesta principalmente en términos del tipo de uso que se le da a internet, donde la falta de competencias digitales tiene un impacto significativo, calidad desigual a lo largo del territorio, privación de acceso en sectores de escasos
recursos, e inexistencia de cobertura de fibra óptica para 5,6 millones de personas.

Cabe mencionar que recientemente la CNEP entregó el detalle de la brecha digital que enfrenta Chile, de acuerdo a dos, de las cuatro variables analizadas en el estudio “Productividad en sector Telecomunicaciones: uso y calidad. En esta oportunidad, se entregan los detalles y alcances de los dos parámetros faltantes: cobertura y acceso.

5,6 millones de personas en Chile no tienen cobertura de fibra óptica


En análisis de la CNEP da cuenta que el despliegue total de fibra óptica es de 62.000 km. Si se quisiera conectar a los 2,2 millones de hogares del país que actualmente no cuentan con esta tecnología, harían falta 21.600 km adicionales.

Pese a que existe amplio consenso respecto de la necesidad de contar con un mapa de conectividad que sirva de sustento en el diseño y priorización de políticas publicas de telecomunicaciones, y que la SUBTEL, si bien dispone de parte de la información y se encuentra en proceso de crear dicha herramienta, actualmente se desconoce con exactitud, qué hogares disponen de conectividad y dónde aún no han sido desplegadas las redes de fibra óptica.

Esto se genera porque los datos disponibles de los proyectos en los que solo participa el sector privado, si bien contienen información respecto a la cantidad de clientes atendidos con dicha tecnología, exceptúan información relativa al tendido de la red. En contraposición, los datos que se recogen de inversiones privadas con apoyo estatal, sí la consideran.

Ante esta situación, que fue recogida en la Evaluación de Programa Gubernamental 2022 (EPG), donde se señala que “para el periodo evaluado no se evidencia (…) una modelación y cuantificación de la brecha digital detallada geográficamente”, la CNEP analiza la necesidad de evaluar alternativas para robustecer la información que retroalimentaría un mapa de conectividad.

Mapa inédito a disposición pública


¿En qué lugar específicamente están todos esos hogares, más allá de la región y/o comuna? ¿Es un área con alta densidad poblacional que serviría para incentivar la inversión? ¿Es importante la cobertura en esa zona para programas de capacitación, teletrabajo, o para lograr mejor educación? ¿Es un sector que necesita apoyo en cuanto a su vulnerabilidad? ¿Existen estudiantes y/o trabajadores en ese lugar que se están quedado fuera de la cobertura?

Son algunas de las interrogantes que la CNEP trata de dilucidar a través de la creación de una herramienta inédita en Chile. Se trata de un mapa georreferenciado, que identifica y muestra con exactitud qué sectores y manzanas de todas las regiones y/o comunas de Chile, a la fecha, no cuentan con factibilidad de fibra óptica para conectarse a internet (herramienta que entrega la conectividad de más alta velocidad),

El mapa, que a partir de hoy queda disponible públicamente en el sitio web institucional www.cnep.cl, da cuenta de la realidad de cada región. Al respecto, identifica que la Metropolitana, Valparaíso y Biobío son las que tienen mayores desafíos, donde faltaría cubrir una extensión de 4.200, 3.000 y 2.500 kilómetros, respectivamente. Esto significa que mientras en la Metropolitana existen 616 mil hogares sin cobertura de fibra óptica, en Valparaíso la cifra llega a 406 mil y en Biobío 226 mil.

Adicionalmente, las estimaciones de la CNEP revelan que las regiones más desprovistas de tendido, en relación al total requerido para cubrir la última milla son: Magallanes (63%), Los Lagos (51%), Tarapacá (48%) y Aysén (47%).

Una institucionalidad con urgentes desafíos


Al abordar la cobertura de fibra óptica en Chile y la brecha que existe en este sentido, la CNEP describe y analiza cómo opera la institucionalidad vigente, identificando hallazgos que anticipan los ejes bajo los cuales podrían definirse algunas recomendaciones.

Al respecto, cabe identificar la existencia del Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones (FDT). Se trata de un instrumento financiero del Gobierno de Chile que tiene por objetivo de promover el aumento de la cobertura de servicios de telecomunicaciones en áreas rurales o urbanas de bajos ingresos. Para su funcionamiento cuenta con el Consejo de Desarrollo de las Telecomunicaciones (CDT) definido en la ley como un ente tomador de decisiones, y con el soporte técnico de la SUBTEL.

La CNEP advierte que la labor del CDT ha consistido, entre otras cosas, en comentar y aprobar la cartera de proyectos que presenta la GFDT, una vez que ya cuentan con presupuesto asignado. Este hecho, si bien no ha limitado el flujo de proyectos (desde 1994 a la fecha el FDT ha cursado al menos 50), sugiere una estrecha injerencia del CDT en la definición de iniciativas realizadas.

Para fortalecer el rol del CDT, la CNEP propone generar una nueva instancia dentro del proceso de elaboración de la cartera de proyectos, a fin que este pueda pronunciarse sobre las iniciativas, antes que éstas estén contenidas en la solicitud presupuestaria, y no después como ocurre actualmente.

Por otro lado, la CNEP indica que no existe información disponible que permita evaluar la eficiencia respecto del modelo de despliegue del FDT.

Datos recopiladas para este estudio, muestran que desde 2007 el 40 % de los proyectos por los que se ha llamado a concurso, han sido declarados desiertos y la mediana de participantes ha sido de una empresa por proyecto.

Considerando la situación descrita, la CNEP analiza la conveniencia de una evaluación sobre el actual modelo de despliegue a fin de identificar si, debido a la complejidad de los desafíos actuales, podría ser necesario ampliar la gama disponible. Lo anterior, junto con hacer pública información sobre las características de los proyectos adjudicados, como tasa y monto del subsidio, cobertura y plazos de implementación.

En Chile 1 de cada 4 hogares no accede a internet principalmente por falta de recursos

La asequibilidad a internet, que se refiere a la capacidad económica que tienen  las personas y comunidades para acceder a los servicios respectivos, tiene diferentes variables que la determinan, como por ejemplo los costos asociados a la conexión, poder adquisitivo de la población, existencia de políticas y regulaciones que promueven la competencia y programas de subsidios, influyen en los diferentes niveles de acceso que puede o no tener un grupo determinado.   

Cifras de la encuesta CASEN (2017), evidencian que el 75% de los hogares cuenta con algún tipo de acceso a internet, lo que implica que cerca de 1,5 millones de ellos no contaba con ningún tipo de conexión. O sea, 1 de cada 4 viviendas no tenía acceso pagado bajo ninguna tecnología: banda ancha fija, móvil o plan de datos. De ellos,  cerca de un 65 % declaró estar interesado en su contratación, siendo el costo la barrera más predominante para no hacerlo. Este impedimento se acrecienta al considerar a los hogares con menores de edad.

De acuerdo a la literatura internacional, la adquisición de servicios de banda ancha es un factor relevante que impulsa el bienestar social y económico, ya que el acceso a Internet de alta velocidad y calidad tiene un impacto significativo en el desarrollo social, económico y educativo de las personas y las comunidades.

En esta línea, organizaciones a nivel global (Alliance for Affordable Internet y  Broadband Commission), han definido como meta, lograr que el acceso a Internet de banda ancha no supere el 2% del PIB per cápita de los países. El objetivo de esta meta es garantizar que el acceso a Internet sea asequible para todos, independientemente de la ubicación geográfica, nivel socioeconómico o cualquier otra barrera. 

En el caso de Chile, el cumplimiento de dicha meta es asimétrico, ya que muestra realidades distintas en banda ancha móvil y fija.  Mientras el costo del plan de datos móvil representativo  es de USD 6,99  equivalente al 0,6 % del PIB per cápita, cifra que lo sitúa en la medianía de países OCDE, en línea Reino Unido  y mejor que EEUU, el costo del plan representativo de banda ancha fija,  es de 2,5 % del PIB per cápita (USD 29), valor relativamente alto respecto al nivel de ingresos del país. 

Chile tiene una de las conexiones fijas más costosas entre países OCDE, encontrándose en peor posición que Costa Rica (1,8 %) y México (2,4 %). A su vez, pertenece a los 4 países OCDE con un ratio de asequibilidad (capacidad de pago) superior a la meta de 2 % propuesta por la UIT y UNESCO. 

Sin embargo, dicha situación presenta matices cuando son analizados los ingresos de los hogares de los distintos estratos socio económicos. Al respecto, para las conexiones móviles la meta de accesibilidad no es cumplida en el 40 % de los hogares con menor nivel de ingreso, y en las fijas el umbral alcanza el 60%.

Como  detalla el Banco Mundial (2022), la delicada situación sobre la  asequibilidad de banda ancha en Chile es compartida por el resto de los países de la región. En efecto, los altos costos serían uno de los mayores obstáculos para lograr un acceso generalizado a banda ancha en la población. 

Bajo este contexto es que la CNEP sugiere la conveniencia de desarrollar de planes de financiamiento que apoyen a la población vulnerable, como la generación de subsidios a la demanda de banda ancha, medida que se ha utilizado con éxito alrededor del mundo (EE.UU, Australia, España, entre otros). 

En Chile existe un reciente impulso en la materia, ya que en el marco de la actual discusión del Proyecto de Ley de Internet como Servicio Público, se considera un modelo de subsidio para usuarios más vulnerables, pero que aún no está cerrado. 

Con el objetivo de aportar en dicha discusión, a través de este estudio, la CNEP, presenta el primer ejercicio público donde se  estima  el costo económico aproximado que representaría un subsidio a la demanda, en línea con el esquema de la tramitación parlamentaria actual. 

Al respecto, y considerando un esquema de subsidio universal a la banda ancha, éste implicaría un costo anual entre MMMCLP 290 y MMMCLP 822, equivalentes a 0,1 % y 0,3 % del PIB, respectivamente.

Atendido a la abultada carga fiscal que significaría implementar un subsidio como el expuesto, se presentan también estimaciones de gastos más bajos, en base a un subsidio que priorice grupos más vulnerables. En este sentido, los recursos podrían disminuir hasta en un 95,5%, alzando los MMMCLP 13, dependiendo del grupo priorizado y la tasa de participación esperada. 

La última parte del estudio “Productividad en sector de Telecomunicaciones”, que se entregará en noviembre próximo, aborda en qué situación se encuentra Chile respecto al espectro radioeléctrico, con foco en las oportunidades que se visualizan para avanzar a un uso más eficiente del recurso.  

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