El Mercurio Calama
19 de noviembre de 2016
ESTUDIO. Detectan enorme brecha entre cupríferas nacionales y sus pares de Canadá, Estados Unidos y Australia. En los próximos 10 años la meta será homologar los resultados con la mejor de Chile.
La Comisión Nacional de Productividad (CNP), entrevistó a 500 personas y visitó 19 operaciones mineras en Chile, Perú, Estados Unidos, Australia y Canadá, como parte de su informe de Productividad de la Gran Minería del Cobre, que será entregado en su integridad en abril de 2017.
Investigación, única en su tipo en el mundo, que estableció, por ejemplo, que anualmente una faena típica del extranjero mueve 55 mil toneladas por hombre, versus las 35 mil toneladas de una faena nacional promedio, es decir, un 63% de diferencia.
Menos competitivos
Distancias que se han ido agudizando en los últimos 15 años en la industria, pero que se esperan acortar en los próximos 10 años, explica el secretario ejecutivo de la CNP, Alfie Ulloa: «La brecha de productividad que tiene actualmente Chile, nos muestra que, con la misma capacidad y calidad de yacimientos, si en el año 2000 producíamos 100 toneladas, hoy producimos 82 toneladas. Ese es el impacto de la caída de la productividad», explicó.
Ulloa profundizó detallando que la empresa menos productiva, en términos laborales, hace solo un 37% de la producción de la más productiva. Esto es, mientras que la faena más eficiente requiere 45 horas de trabajo para mover 100 toneladas, la faena menos eficiente requiere 114 horas.
«Visto en términos de productividad laboral, complementó el investigador, la comparación internacional es igual de preocupante. Mientras que entre las faenas internacionales de mejor práctica, la faena típica mueve en torno a 55 mil toneladas por hombre, una faena nacional promedio mueve 35 mil toneladas, 63% de lo que produce la internacional. Esta brecha de 37 puntos porcentuales es lo que debemos buscar corregir», subrayó.
«Nuestro análisis también muestra que estas diferencias se deben, principalmente, a la dotación general de las faenas, mayor en Chile que afuera. En efecto, al comparar el rendimiento de un operario/mantenedor promedio en Chile con un operario/mantenedor promedio afuera, no se ven diferencias muy grandes», aclaró el economista.
Uso de equipos
El preinforme, que hace unos días fue dado a conocer en Calama por la gestión de Proloa y Sofofa, señala además, respecto de la eficiencia en el uso de los equipos, que existe una importante heterogeneidad (o diferencias de productividad) entre faenas chilenas, y entre el promedio de Chile y el promedio internacional.
Un ejemplo en materia de transporte, se recoge del yacimiento más eficiente en Chile, donde se utiliza los camiones el 80% de tiempo disponible, mientras la menos eficiente lo hace en un 50%. En la práctica esto significa que en las faenas menos productivas de Chile, un camión se usa menos de la mitad del tiempo disponible.
Siguiendo con el ejemplo de transporte (camiones), en promedio, en las faenas analizadas en Chile, los camiones se usan un 65% de tiempo, contra un 71% promedio de los países extranjeros que fueron parte del estudio. Brechas de productividad entre el promedio de Chile y el promedio de la muestra internacional, que se deben cerrar, lo que «requiere un esfuerzo de las empresas, la industria, los trabajadores y el gobierno», dijo Ulloa.
Plazos para mejorar
El secretario ejecutivo del CNP, consultado sobre los objetivos y los plazos para alcanzarlos, dijo que «se puede hablar del desafío de la década de productividad minera, que es el plazo que creemos necesario para llevar al promedio de las empresas chilenas al nivel de eficiencia en capital y trabajo del mejor de Chile, y acercarse así a los mejores del mundo», pues alcanzarlos puede tomar otra década adicional.
Ulloa continuó explicando que «para que ello ocurra, CNP estará discutiendo recomendaciones de política pública, y de gestión coordinada de la industria que permitan resolver las falencias del sector, en un escenario donde la década de la productividad debería ser el marco en que esto se desarrolle. El impacto en producción de cobre fino sería de un crecimiento entre 5 y 20%».
Por qué investigar
La industria del cobre no sólo se ha visto afectada por la baja sostenida que ha experimentado el valor del cobre en los últimos años, tras el término del superciclo, también ha perdido competitividad por las bajas leyes de los minerales, que en caso de la división Chuquicamata de Codelco, por ejemplo, supera el siglo de explotación y sus números bajan cada año.
Es por esto que se vuelve tan relevante aumentar la productividad del sector, explican los investigadores, lo que se lograría, aseguran, reduciendo sus costos unitarios, lo que está directamente vinculado con una mayor innovación en la industria cuprífera.
«Chile es un país pequeño respecto al mundo con la excepción del cobre. Nuestro país produce cerca de un tercio del cobre mundial, y posee un tercio de las reservas mundiales estimadas. Existen inversiones en carpeta por US$44.000 millones para el período 2015/2024 (Cochilco); y en un escenario máximo la producción llegaría a 9,5 millones de toneladas métricas máximo», especifica el preinforme.
«Actualmente, agrega la investigación, la meta de producción al 2035 es de 7,5 millones de toneladas métricas. Sin realizar nuevas inversiones, Chile vería disminuida su producción a 4 millones toneladas métricas en el mismo período perdiendo su liderazgo global».
Fuente: Mercurio Calama, 19 de noviembre de 2016