El Mostrador
16 de abril de 2018
La guerra que han mantenido los taxistas y Uber parece haber sumado un nuevo aliado a favor de los de techo amarillo: el Estado chileno.
El estudio «Tecnologías Disruptivas: Desafíos, Riesgos y Oportunidades», elaborado por la Comisión Nacional de Productividad (CNP), indicó que la popular aplicación de transporte generó ingresos superiores a los US$300 millones. ¿Por qué entonces el Estado podría ser un aliado de los taxistas? Porque si a la app se le aplicaran los impuestos que existen en Chile, la recaudación fiscal recibiría al menos US$29,5 millones por el Impuesto Adicional a las remuneraciones por servicios prestados en el extranjero, y otros US$4,5 millones si la firma pagara el IVA por correduría.