Productividad: CPC pone en marcha capítulo para mejorar el vínculo de la educación técnica-empresa

Diario Financiero

16 de mayo de 2016

 

Directora ejecutiva de la comisión de Productividad de la multigremial destaca la disposición del empresariado de sacar adelante 41 propuestas que dependen sólo de ellos. También valora el proyecto del gobierno.

Hace casi un mes la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) presentó un centenar de ideas para mejorar la productividad del país, es decir, para lograr hacer más y mejor con los mismos recursos y, por esa vía, alentar el alicaído crecimiento económico. Del total, el empresariado asumió 41 como tarea propia, partiendo por una vinculada al capital humano: mejorar la articulación del sector privado con la educación técnico-profesional, que tanto la media como superior representa en torno al 45% y 50% de la matrícula nacional, respectivamente.

“La mesa detectó que no hay vinculación entre lo que se entrega en los centros de formación y lo que demandan los sectores productivos”, explica la directora ejecutiva de la comisión de Productividad de la CPC, Joanna Davidovich, quien lideró y coordinó el trabajo de diagnóstico y propuestas que hicieron nueve grupos en distintas áreas, como el desarrollo de competencias, simplificación de trámites, participación laboral e infraestructura, entre otros.

Congruente con esta agenda, la multigremial comenzó a levantar la información sobre lo que requiere cada uno de los sectores productivos en materia de formación, con la idea que luego la información fluya de manera sistemática hacia los centros de formación para que las mallas curriculares puedan incorporar las habilidades requeridas y crear una ruta de aprendizaje para los interesados.

Un tema no menor si se considera, tal como lo destacó el diagnóstico de la CPC, que este tipo de enseñanza es clave en la movilidad social. El Registro de Estudiantes de Chile muestra que el 97% de los alumnos que estudian en liceos técnicos pertenece a los tres primeros quintiles de ingresos, porcentaje que sube a 53% en la educación técnica superior.

En esta área de capital humano, los privados también abordarán el aseguramiento de la calidad de las OTEC (Organismos Técnicos de Capacitación). De hecho, se considera establecer un mecanismo para que las empresas evalúen dichas instancias.

Otro marco de acción será la simplificación de trámites. Para ello, relata Davidovich, se está trabajando en crear el observatorio de la productividad desde el empresariado. “La idea es detectar unos cuantos trámites específicos, que sean muy relevantes en la cadena de procesos para inversión, emprendimiento y para los ciudadanos, y hacerles un seguimiento objetivo con una metodología que sea replicable en el tiempo, tal que se vaya visibilizando esos tiempos y puedan ser evaluados”, explica.

– ¿Con qué plazos están trabajando?

– Nuestro diagnóstico es que la productividad es una necesidad con sentido de urgencia. El crecimiento potencial del país ha caído drásticamente, está estancado en 2%, el FMI recientemente señaló que este año vamos a crecer 1,5% y el próximo 2,1% y todas las proyecciones van en ese sentido.

La productividad, por lo demás, dejó de contribuir al crecimiento de 5% que tuvimos por 30 años. Y lo hacía en parte importante, aportaba más de dos puntos, y hace varios años que no está aportando nada.

Si bien es importante el espectro completo, si uno no avanza por partes, no avanza. Por eso, estamos priorizando. Hay medidas que tienen que ver con coordinación gremial desde la CPC, otras que tienen que hacer las empresas y otras propuestas que implican cambios regulatorios o legales; estamos definiendo el rol de cada quién y cómo avanzar en el menor tiempo posible.

Ahora hay que implementar, hay que ejecutar y ejecutar rápido porque no hay tiempo que perder. Pero no solo es importante ir rápido sino que hacerlo bien; nos estamos tomando en serio este desafío.

– ¿Cómo recibió el anuncio del proyecto de ley del gobierno? ¿Apura en alguna medida la agenda de productividad de la CPC?

– Es una buena señal que envíe un proyecto con medidas pro productividad. Incluyeron el tema de la exportación de servicios, que es relevante. Espero que hagan lo mismo con las de la CNP (Comisión Nacional de Productividad) y con las nuestras. Hay muchas medidas sobre la mesa (…) Hay material suficiente, en lo que tenemos que avanzar ahora es en concretar e implementar rápido.

De partida, hay varias medidas en que coincide la CPC con la CNP, esas creo que el gobierno debería priorizarlas, darles urgencia y hacerlas. Me refiero, por ejemplo, al folio real, reforma a los notarios, la firma electrónica avanzada, mayor flexibilidad laboral para estudiantes y varios más.

Espero que este sea el comienzo de un cambio de rumbo en que reimpulsar el crecimiento de verdad sea la prioridad y que todas las políticas se hagan con ese prisma. Debemos entender que si eso no es así, no vamos a lograr que la gente pueda obtener mejores empleos, mejores salarios, que mejore la calidad de vida de todos los chilenos.

“Creíamos que podríamos crecer 5% indefinidamente”

– ¿Se ha determinado el impacto de las medidas en la economía?

– El impacto en términos cuantitativos es difícil de estimar y el ejercicio que hicimos no pretendía hacer eso. Además, en todas las agendas de productividad la relevancia la da el conjunto de temas. Hay muchos temas donde tenemos brechas y debemos mejorar, que son los que indican todos los rankings internacionales como el ranking de competitividad, el Doing Business del Banco Mundial.

Sabemos que tenemos temas pendientes en infraestructura, logística, capital humano, entre otros, y tenemos un set de mejoras que, en términos prácticos, creemos que van a hacer diferencia. No está estimado en cuánto, pero sí creemos que mejorarán las cosas.

– ¿Cuándo podríamos ver algún impacto de las medidas en la actividad?

– Eso no es tan inmediato, tenemos que pasar varias fases: concretar las propuestas y tener una mirada en general pro crecimiento en las políticas para que se comiencen a ver los efectos.

Lo que sí se puede cambiar relativamente rápido son las expectativas que sí afectan al crecimiento de corto plazo, que ahora es bastante bajo. Se podría reactivar la demanda, la inversión y mejorar las expectativas -que están caídas en todos los sectores-, dando señales de que vamos a realizar los cambios que el país necesita para modernizarse y crecer.

– Según los pronósticos, alcanzar un PIB sobre 2% en 2017 se ve complicado. Si las señales en productividad se continúan materializando, ¿podríamos ver con más certeza un crecimiento sobre ese nivel?

– Los niveles de crecimiento no están garantizados como lo hemos comprobado en el último tiempo, el crecimiento depende de varias cosas y si no las hacemos, no crecemos. Ahora, estamos creciendo al 2%, hace tres años creíamos que podríamos crecer al 5% indefinidamente y bueno, no fue. Y efectivamente hay condiciones externas que afectan, pero también hay condiciones internas que afectan y, por eso, es importante cómo y con qué velocidad hacemos las cosas.

La economía es cíclica, es dinámica, el precio de los commodities no depende de nosotros pero Chile ha vivido así por varias décadas y logramos con ciclos buenos y malos crecer al 5%.

Entonces, no veo razón para que eso impida que nosotros volvamos a pensar en crecer al 5% y para eso hay que hacer la tarea y eso tiene que ver con mejorar la productividad, generar un clima propicio para la inversión, para el emprendimiento, eliminar la incertidumbre.

REFORMA LABORAL: FLEXIBILIDAD ES CLAVE

Joanna Davidovich sostiene que con la reforma laboral el país perdió la opción de introducir flexibilidad al mercado laboral, un aspecto clave, tal como lo sugieren todos los indicadores internacionales.

«Actualmente, se abrió una nueva oportunidad de hacerlo, pero para eso tenemos que tener la visión país que he planteado», resalta en alusión a la ley corta que el gobierno enviará al Congreso tras el fallo de inconstitucionalidad que afectó a la titularidad sindical y a una parte de la extensión de beneficios.

Por ejemplo, señala que en Chile hay un buen número de estudiantes entre 18 y 24 años que podrían trabajar y estudiar simultáneamente y no lo pueden hacer porque no pueden compatibilizar los horarios; hay muchas madres con niños pequeños que necesitan flexibilidad para poder trabajar por horas y un buen mecanismo de sala cuna. O mejorar la capacitación.

«Esos son los temas que no estuvieron en la reforma, pese a que en la discusión sí aparecieron. Si vamos a tomarnos en serio el tema de la productividad y el crecimiento, la flexibilidad laboral debería incluirse», concluye.

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Fuente: Diario Financiero, 16 de mayo de 2016

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